Pies arrugados en el agua, ¿por qué sucede?
El pie arrugado es mucho más visible en las épocas calurosas del año ya que como consecuencia de las elevadas temperaturas nos apetece más refrescarnos y darnos un buen baño. Y es que el pie arrugado no es más que una reacción normal del cuerpo después de una exposición y contacto prolongado con el agua. Como dato curioso, este efecto sólo se produce en la planta de los pies y en la palma de las manos, cuando han pasado más de 5 minutos de contacto directo con el agua, siendo un dato aproximado ya que varia en función de cada persona.
¿Qué sentido tiene tener el pie arrugado?
Estas rugosidades que aparecen tanto en la planta del pie como en la palma de la mano, tienen sentido, desde un punto de vista de la evolución de la especie, ya que nos dota de mayor agarre, es decir, estas rugosidades se encargan de drenar y expulsar el agua existente.
A modo de ejemplo, lo vamos a entender mejor sí lo comparamos con los neumáticos de los coches o motos de carreras.
Cuando las condiciones meteorológicas son en seco, es decir, hace sol y el pavimento esta seco se utilizan los denominados “slicks” o liso y cuando las condiciones son de lluvias utilizan otros precisamente con dibujos y rallas para drenar el agua y conseguir mayor agarre.
En la izquierda y centro se observan distintos neumáticos de lluvia y a la derecha se observa neumático liso o “stick”.
¿Es bueno estar mucho tiempo con los pies en el agua?
No es ni bueno ni malo pero lo cierto es que estar con el pie muchas horas expuesta a humedades constantes puede facilitar la aparición de onicomicosis, dermatomicosis o verrugas plantares.
Así pues, lo ideal es secar muy bien el pie y sobretodo entre los dedos después de largos baños en piscinas, duchas y playa para poder disfrutar sin complicaciones de nuestras vacaciones.