3 Mitos de las zapatillas minimalistas y la técnica de carrera
Las zapatillas minimalistas y la técnica de carrera forman un binomio para muchos sagrado, en ocasiones, quizás demasiado, bombardeados constantemente, por las casa comerciales, con los últimos avances tecnológicos, que proclaman a los cuatro vientos, que poniéndonos estas zapatillas, seremos mejores corredores y atletas.
Correr bien y con una buena técnica de carrera es un puzzle demasiado complejo para solucionarlo con una simple acción de calzarnos una o otra zapatilla y que automáticamente, por arte de magia, correremos mejor, optimizaremos nuestro rendimiento y además lo haremos sin lesiones. La verdad, es prácticamente irresistible no caer en la tentación pero a continuación vamos a profundizar en el tema y espero despejar dudas.
Mito 1: Cambiar a una zapatilla con drop bajo me hará correr automáticamente de mediopie.
Tal y como se observa en un estudio reciente de la Universidad de Carolina del Norte, un grupo de investigadores pregunto a 35 corredores, con calzado minimalista, si apoyaban de talón o antepie, los 35 respondieron que apoyaban de antepie. Una vez realizado el estudio y ser grabados por cámaras de alta velocidad sólo el 33% apoyaban realmente de antepie y el 77% contrario lo realizaba de talón.
Este hecho nos indica que aunque llevemos zapatillas minimalistas o con un drop bajo, requiere de un aprendizaje igualmente y mejorar otros aspectos más importantes, como por ejemplo, la extensión de cadera, independientemente del tipo de zapatilla que utilice.
La extensión de cadera se produce cuando al correr levantamos la pierna hacia atras, si lo hacemos de forma correcta, vamos a dar las herramientas necesaria para que nuestro pie se detenga justo por debajo de nuestro centro de masas.
Mito 2: Las zapatillas minimalistas reducen las fuerzas de impacto y previenen lesiones.
Como hemos visto en el punto anterior, el hecho de utilizar zapatillas minimalistas, no nos convierte en corredores de mediopie de forma automática y por tanto, según la literatura científica, si seguimos entrando de talón con zapatillas minimalistas, la fuerza vertical pueden ser hasta un 37% más altas que un calzado tradicional teniendo más probabilidad de sufrir una lesión.
Una de las claves, para reducir las fuerzas de impacto es aterrizar debajo de nuestro centro de masas, y no por el hecho de calzar uno u otro tipo de zapatillas. Para conseguir disminuir las fuerzas de impacto podemos mejorar nuestra cadencia y así si, minimizar las fuerzas de reacción del suelo contra nuestro cuerpo.
Mito 3: Las zapatillas minimalistas te hacen más eficiente
Los estudios científicos sugieren que el peso de las zapatillas influye en la eficiencia de carrera. Cuanto más pesado sea un zapato, menos eficiente serás. Por lo tanto, las zapatillas minimalistas comparadas con las zapatillas amortiguadas clásicas son más eficientes porque pesan menos.
Sin embargo, si comparamos las zapatillas minimalistas, con unas zapatillas voladoras de 10mm de drop obtenemos los mismos resultados, por tanto, las zapatillas minimalistas no te hacen más eficiente.
En conclusión, no tengo nada en contra de las zapatillas minimalistas, pero si de los mensajes de muchos pseudo gurus del mundo running que las soluciones a todos los males del corredor se terminan utilizando unas zapatillas minimalistas. De igual manera, tampoco se soluciona utilizando unas zapatillas muy amortiguadas, es algo mucho más complejo.
Las zapatillas son sólo una parte de la ecuación. La postura, la extensión de la cadera, la fuerza muscular, la activación muscular, la propiocepción, cadencia, etc. contribuyen a correr con una mejor biomecánica. No caigas en la trampa de pensar que un zapato específico curará todos tus problemas.