Zapatillas Voladoras: Definición y mejores modelos
Dentro del cada vez más nutrido mercado del running, la especialización ha sustituido de forma paulatina a la generalización. Y todo ello, evidentemente, fruto de la demanda de los corredores y del trabajo de marketing ejercido por las distintas marcas de zapatillas. Es habitual que cada corredor tenga diferentes tipos de deportivas, en función del entrenamiento y la competición deseada.
En este sentido, además, la popularización del running ha conllevado que las zapatillas voladoras o ligeras que podían utilizar los atletas profesionales también se hayan trasladado a un consumo más amplio. Ya son muchos los corredores que usan las zapatillas voladoras, para competir o para entrenamientos de velocidad como pueden ser las series o el trabajo de técnica de carrera. La característica principal de este tipo de deportivas es su peso. Son muy ligeras, ya que están diseñadas para rendir al máximo nivel en una competición puntual, o bien en algún entrenamiento de velocidad. De esta forma, no son recomendables para el entrenamiento diario.
Hay una máxima histórica dentro del mundo del atletismo que establece que se puede ahorrar 1 segundo/milla por cada 28 gramos menos de peso que tenga la zapatilla. Un resultado que puede parecer paupérrimo a corto plazo, pero si empezamos a sumar la ganancia de segundos en un atleta de élite en un 10.000, la diferencia puede ser muy significante. El peso medio de unas zapatillas voladoras puede estar alrededor de los 200 gramos. Es decir, unos 100 gramos menos de los que suele tener un modelo de entrenamiento. Si seguimos la fórmula antes mencionada, un corredor con un tiempo de 40 minutos en los 10 km, podrá ahorrarse 14 segundos. Y a medida que sumamos kilómetros, las ventajas se incrementan. Para un atleta que corra el maratón en 3 horas, si calza unas voladoras, restará casi 2 minutos a su tiempo final.
Pero, aviso a navegantes, este tipo de zapatillas voladoras tienen una serie de limitaciones. No son para todos los tipos de corredores. Priorizan la ganancia en el rendimiento (bajar el registro a toda costa) por encima de la prevención en el organismo (prevención de lesiones). La rebaja en el peso se traduce en una menor amortiguación (un 15 % inferior) y una mayor flexibilidad, lo que provoca un impacto mayor de las articulaciones con el suelo. El drop suele ser muy bajo, más agresivo. El talón está menos elevado que en una deportiva normal, un aspecto que puede generar lesiones en una zona sensible como es el telón de Aquiles. De hecho, no es recomendable que los corredores que padecen molestias en este tendón calcen voladoras. Todo lo comentado con anterioridad, asimismo, afectará a la durabilidad de las zapatillas, que será muy inferior a la habitual.
Como decíamos, no todo corredor necesita unas zapatillas voladoras. Dependerá de cuál es nuestro objetivo y peso. Si el reto es mejorar tiempos, y corremos a ritmos rápidos cercanos a los 4 min/km, podemos plantearnos adquirir un par de este tipo de zapatillas. Eso sí, requerirán una adaptación progresiva. También hay que tener en cuenta que no debemos presentar problemas biomecánicos. En relación al peso, este segmento de deportivas está diseñado para corredores de peso ligero o medio. En el caso de atletas de más de 80 kilos, en el momento de impactar en el suelo, las fuerzas que músculos y articulaciones deben soportar son mucho mayores que las de un corredor liviano. Por este motivo, se desaconseja el uso de voladoras, ya que pueden acarrear lesiones. No por comprar unas zapatillas voladoras correremos más rápido.
Adidas homenajea al creador de la línea Adizero
Las Adidas Adizero Takumi Ren representan un homenaje al creador de la línea Adizero de la firma alemana. En un principio, estas zapatillas no llegaron a nuestro país. No obstante, su éxito en el extranjero ha sido tan desbordante que, finalmente, han cruzado la frontera. Pesan 192 gramos y tienen un drop (diferencia entre el desnivel de la puntera y el de la zona del talón de la zapatilla) relativamente cómodo para una voladora (9mm). La suela Continental (un referente en Adidas) es garantía de agarre y la tecnología Adiprene, situada en el antepié y bajo el talón, ofrece una mejor amortiguación de los impactos que se producen en carrera. Se desenvuelven a las mil maravillas sobre el asfalto, proporcionando estabilidad y velocidad.
Asics, zapatillas voladoras hacia la cima
Uno de los buques insignia de las zapatillas voladoras de la compañía japonesa son las Asics Gel-Noosa Tri . Diseñadas para el triatlón y competiciones Ironman, su atractivo diseño les ha granjeado una gran popularidad, tanto dentro de la pasarela (en muchas carreras) como fuera (es habitual que mucha gente las use como un complemento más de su indumentaria diaria). Su popularidad va ligada, además, con un excelente comportamiento. Es un modelo con una pronación ligera y un diseño de malla en la parte superior, que ofrece mayor transpirabilidad.
La tecnología DuoMax en la entre suela proporciona mayor estabilidad y sujeción. Tienen un drop muy cómodo (10mm) y un peso un poco superior a una voladora (270 gramos), por lo que podemos utilizarlas incluso para rodajes un poco largos a un ritmo vivo. Para un uso más extensivo, e incluso para rodar en entrenamientos rápidos, Asics tiene en cartera la Gel-DS Trainer . Se trata de un guante para el pie. Pensada para un perfil de corredor con pisada neutra, es una garantía de comodidad y estabilidad. Además, el sistema Propulsion Plate en el interior de la deportiva garantiza un empuje más eficiente y una aceleración más rápida. Ideal también para terrenos húmedos y resbaladizos gracias al agarre de la suela, que es excelente. El peso es parecido a las Noosa (275 gramos), así como también el drop (10mm).
Newton: la apuesta de la gravedad
Cuando hablamos de Newton, nos estamos refiriendo a un concepto diferente de correr, buscando la eficiencia en la zancada. Newton, marca creada en Boulder (Colorado) hace modelos singulares, distintos a los que vemos en el resto de mercados. Los científicos de la marca han diseñado a conciencia los cuatro bloques de tacos adheridos en la parte delantera de la zapatilla (es lo que denominan como plataforma P.O.P). Están situados en ese punto para funcionar con la anatomía y la biomecánica humana. Tienen diferentes tamaños y la separación entre ellos varía. Hasta la llegado del Boost de Adidas, este sistema de Newton era el que tenía un porcentaje mayor de retorno de energía del mercado del running (entre el 25 y el 30%). Eso sí, unas Newton requieren una técnica correcta concreta, ya que la funcionalidad de los tacos, con una mala praxis, puede resultar más un problema que una solución.
En el segmento de las zapatillas rápidas, la firma norteamericana recomienda las Gravity. Un ejemplar que da un equilibrio perfecto entre versatilidad y rendimiento gracias a la plataforma P.O.P 1. La rápida respuesta y la amortiguación delantera son los dos ejes fuertes de este modelo. En el otro lado de la balanza, en negativo, los acabados a nivel de diseño de la zona del talón. Las Gravity no son un modelo híper flexible como pueden ser otras voladoras, pero no se echa en falta este aspecto, ya que la tracción y el aterrizaje son fluidos. Están diseñadas para entrenamientos de cualquier distancia y competición.
Por otro lado, también nos encontramos con las Newton Motion. Es un modelo de entrenamiento para corredores que necesiten un control de estabilidad en su pisada. Ideal para tiradas largas a un ritmo rápido y, evidentemente, válido también para competición. La plataforma P.O.P 1 en la suela, en la zona de los metatarsos, ofrece mayor impulso y confort. Pesa 265 gramos y tiene un drop muy radical en la apuesta de la compañía por el natural running (3mm). Hay que destacar que tanto la Gravity como la Motion tienen partículas reflectantes en 360º, lo que les da gran visibilidad (y seguridad para el corredor) durante las horas nocturnas.
Under Armour, pisando fuerte
Esta compañía, de reciente creación (se fundó en 1996 en un garaje de Baltimore, en el estado estadounidense de Maryland) está arrasando en el mercado de aquel país. Gracias a su introducción en deportes como el futbol americano, su popularidad está creciendo como la espuma. Y en el viejo continente europeo cada vez tienen más cuota de mercado. Dentro del segmento que nos compete, el de las voladoras, hablaremos de dos modelos: la Charged Bandit y la Speedform.
Las Under Armour Speedform son un auténtico peso pluma (195 gramos). Una zapatilla neutra para un uso muy específico, teniendo en cuenta su ligereza. El drop es bastante bajo, sin llegar a ser extremo (6mm). Se trata de un calzado muy avanzado, diseñado por los creadores del textil performance de Under Armour. Se ajusta literalmente al pie, gracias a una horma sin costuras (todas las capas están unidas por ultrasonidos para conseguir un ajuste perfecto). En este aspecto, llama mucho la atención, a nivel estético, la construcción anatómica de la parte superior, el upper, que simula la forma de les dedos del pie.
Es un ejemplar radical para utilizar con buen tiempo, ya que el agarre es probablemente su punto más frágil (con la suela Light Speed Grip). Por el contrario, las Under Armour Charged Bandit no son una zapatilla tan radical. Ni en el peso (255 gramos), ni tampoco en la apariencia estética. Mantienen el drop de 6mm y están diseñadas para corredores neutros. Es un ejemplar mixto rápido para entrenamientos de calidad o competiciones de cualquier distancia (incluso maratón, pero en función del peso del atleta).
También son un poco más estables gracias a una suela asimétrica, más alta en la parte interior del pie. Aun así, la estabilidad es mejorable.
Las zapatillas voladoras de Brooks
La firma norteamericana también se ha sumado al mercado de zapatillas voladoras con el modelo PureCadence y las Hyperion. Las Brooks Hyperion suponen el peso pluma de esta marca (184 gramos). Debido a su nuevo upper, la zapatilla es aún más atractiva que en ediciones anteriores. Dentro de sus características, a nivel exterior, llaman la atención los cordones asimétricos, que siguen la silueta del pie y se adaptan así a su forma anatómica. La estructura de la suela, Hyper Pod, garantiza una muy buena flexibilidad. Eso sí, su forma plana conlleva que sea óptima para carreras de un máximo de 10 quilómetros, o bien entrenamientos de series. Y siempre para corredores de menos de 70 quilos que corran a ritmos por debajo de los 3:40min/km. Su elemento más débil es la durabilidad: no va más allá de los 350 kilómetros.
En otro orden, las Brooks PureCadence suponen la sexta generación de la exitosa línea de zapatillas Feel “PureProject”. Se trata de un ejemplar todoterreno, para cualquier recorrido, que proporciona una sujeción perfecta. Diseñado para atletas de nivel avanzado, pero también medio, tiene una banda de neopreno (Nav Band) que permite una mejor sujeción del empeine. Las PureCadence están pensadas para corredores pronadores y suponen una combinación perfecta entre las zapatillas de las gamas float y feel de Brooks.
Saucony Kinvara , pisando fuerte
Las Saucony Kinvara, ya se han convertido en el estandarte de la marca estadounidense dentro de las zapatillas voladoras (tienen un drop de 4mm). En relación a modelos anteriores, presentan un rediseño del upper, pero mantienen su esencia con materiales ultra ligeros. De hecho, el peso final es de únicamente 218 gramos (talla 9 USA). Saucony ha desarrollado una tecnología, FlexFilm, que protege el pie y ayuda a estabilizar el movimiento de la zancada. Además, es muy transpirable. El sistema de atado ProLock permite un mejor ajuste del pie con la zapatilla. En cuanto a la amortiguación se refiere, la firma americana sigue confiando en su tecnología Everun (similar al Boost de Adidas) como garantía de calidad.
Zoot, un referente en el mundo del triatlón
La marca Zoot es toda una institución dentro del mundo del triatlón y del Ironman. En este sentido, la mayoría de sus modelos destacan por la comodidad (permiten correr sin calcetines gracias a la tecnología Barefit, ajuste sin costuras, como un calcetín). Hablando de modelos concretos, las Ali, Makai o Solana se enfocan especialmente para el triatlón, con agujeros en la suela para la expulsión de agua y para mantener seca la zapatilla.
Disponen una placa de fibra de carbono (CarbonSpan +) que ayuda a estabilizar la zancada, además de un cierre asimétrico siguiendo la forma natural del pie (Asymmetrical Fit). La rapidez no se nota únicamente cuando corres con ellas, sino también cuando te las calzas. El sistema de cierre Quick-Lace permite atarlas de un solo tirón.
Una vez realizado este repaso a algunas de las zapatillas voladoras que más éxito tienen en el mercado ¿tenéis alguna duda sobre las zapatillas voladoras? ¿pensáis que se debería incluir algun modelo que no se encuentra en esta lista? Espero que os haya gustado!
Albert Casas