Dolor en el pie: Tenemos la solución

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El dolor en el pie es, sin lugar a dudas, lo que más escuchamos los podólogos en nuestras clínicas cuando preguntamos al paciente cuál es su problema o por qué han venido a visitarnos. Entonces nuestro trabajo es realizar un buen diagnóstico para dar la mejor solución a su problema o patología.

El dolor en el pie se puede producir de forma general o en una zona muy concreta y puede estar presente en los dos pies o solamente en uno, así pues, una buena exploración podólogica será determinante para valorar: la zona de dolor, la intensidad, diagnóstico diferencial con otras lesiones, las estructuras afectadas y su relación con otras partes del cuerpo como, por ejemplo, rodilla, cadera y columna.

Dolor en la planta del pie

El dolor en la planta del pie es un clásico en nuestras consultas y diría que es de las más frecuentes. En la mayoría de casos responde a una Fascitis Plantar aunque es de vital importancia hacer un buen diagnóstico diferencial con otras lesiones que se podría confundir como por ejemplo: espolón calcáneo, rotura de la fascia plantar, bursitis subcalcánea, etc.

Si tienes dolor en el pie cuando te levantas de la cama por la mañana seguramente padeces de una fascitis plantar, así que acúde a tu podólogo de confianza y no lo retrases más.

Dolor en el metatarso

La metatarsalgia o dolor en la parte anterior del pie puede ocurrir por varias razones pero se produce por un exceso de carga o presión en la zona de los metatarsianos producido por un zapato inadecuado, por una biomecanica deficiente o por ambas razones. Así pues es determinante solucionar la causa para corregir el problema de forma definitiva.

Es muy importante relizar un diagnóstico diferencial con otras patologias que pueden afectar la zona anterior del pie como por ejemplo: durícias o callos, verrugas, neuroma de morton, fractura por estrés, etc.

Dolor en el lateral del pie (parte externa)

El dolor en la parte externa del pie puede ser debido a varias lesiones, entre ellas la más frecuente suelen ser los esguinces de tobillo, afectando al ligamento peroneo-astragalino anterior.

Otras lesiones frecuentes son tendinitis de los peroneos, fractura de Jones y dolor en el seno del tarso, todas ellas tienen un componente biomecánico que debemos asegurar su correcta funcionalidad.

Para concluir, el pie está sometido a una carga constante ya que da sustentación a todo nuestro cuerpo y es un elemento imprescindible para podernos mover y correr, por ello, tiene más probabilidades de sufrir lesiones o sobrecargas que cualquier otra parte del cuerpo que no este sometido a esta carga constante en el tiempo, así pues, debemos cuidar nuestros pies ya que sólo tenemos dos.